Corredores matutinos

Curiosa comunidad es la de los corredores matutinos. Es una comunidad que día a día va renovando o mejor dicho reciclando a sus miembros. Para ser parte de esta comunidad debes salir muy temprano, antes que el amanecer nos alcance. Si eres de aquellos corredores, que por fortuna del destino, puede levantarse más tarde para ejercitarse ya no eres parte de esta comunidad; eres de alguna otra. Tampoco forman parte de este singular grupo aquellos corredores propositivos, es decir de aquellos que año tras año, en los primeros días de enero se disponen a cumplir con su listado de promesas; a menos que no se quede solo en propósito y sigan saliendo a correr cotidianamente.

Los corredores matutinos se saludan unos a los otros pero nunca se conocen. Unos piensan de los otros, “que sana se ve la gente corriendo” o “nunca falla”. Estos miembros comúnmente duran activos dos o tres semanas, hasta que acontece algo que les evitará seguir haciéndolo. Un juanete mal cuidado o una distención de ligamentos, son razones válidas. No hay que olvidar a aquellos señores entrados en años que nunca dejaron de correr, se ven tan sanos que se convierten en el gurú del corredor matutino. Terminan muriendo como todos los demás mortales, pero murieron sanos a los 58 años.

Si no corres no vales. Si caminas eres un transeúnte, pero si corres con el estilo adecuado todos los del grupo te respetan. Puedes ser un ratero que regresa con el botín a la cueva de Alí Babá; pero si corres con estilo, es decir; sin prisa, brincoteando, saludando; entonces eres parte del club.

La comunidad de los corredores matutinos te espera con los brazos abiertos, cerrados, abiertos, cerrados, abiertos, cerrados; hasta 3 o 4 series de 20 repeticiones.